Romanos 13:8-14
Ahora. Ahora mismo.
¿Alguna vez has tomado un momento para simplemente contemplarlo todo? ¿Alguna vez has tomado un momento para saber tu presente ambiente? ¿Lo que esta alrededor de ti? ¿Quién esta compartiendo este momento contigo? Y ¿qué esta pasando dentro de ti – ahora mismo, en este mismo momento? ¿Qué son tus pensamientos? ¿Qué son ahora mismo tus emociones? ¿Qué sensaciones sientes en tu cuerpo? ¿Quién eres y cómo estas ahora mismo en este mismo momento?
Aquellas son buenas preguntas.
Si eres del todo como yo, probablemente no haces aquellas preguntas tan a menudo como quisieras hacerlas. No siempre estamos conscientes del momento presente, ¿verdad? A veces vivimos por todas partes menos el momento presente.
A veces, nos gusta vivir en el pasado: Pensamos acerca de eventos en el pasado, y tenemos pensamientos y emociones acerca de lo que entonces paso. A veces hacemos esto cuando guardamos resentimientos: ¿Puedes creer lo que ella me dijo? ¿Puedes creer cómo el se portó? O en otros tiempos sentimos profundos dolores del pasado, y nos recordamos de temores que hemos llevado por largo tiempo dentro de nosotros. A veces estamos viviendo en nuestros temores.
Y en otros mementos, nos gusta vivir en el futuro: Constantemente pen-samos acerca de eventos que todavía no se han llevado a cabo, y tene-mos pensamientos y sentimientos acerca de aquellos también. Nos preocupamos acerca del próximo por venir. A veces, estamos ansiosos acerca de co-mo vamos a terminar todo. Otras veces, estamos pensando acerca de una persona que sabemos que vamos a ver en algunos días, una persona que nos hace sentir fuertes emociones --- ansiedad, enojo, o frustración. Vamos a través de tantas situaciones tratando imaginarnos que vamos a decir o cómo nos comportaremos. En nuestras mentes, a menudo vivimos en el futuro, pensando acerca de lo que vendrá.
Vivmos y respiramos ahora mismo en el momento presente, pero muy a menudo, nuestras mentes, cuerpos, y espíritus estan casi viviendo en el pasado y el futuro en lugar de este momento presente.
Así que voy hace otra vez nuestras preguntas que nos ayudan pensar, sentir, y vivir en este momento que nos ha sido dado:
¿Qué esta pasando dentro de ti – ahora mismo en este mismo momento? ¿Qué son tus pensamiento? ¿Qué son tus emociones ahora mismo? ¿Qué esta alrededor de ti? ¿Quién comparte este momento contigo? ¿Quién eres y cómo estas ahora mismo en este mismo momento?
Buenas preguntas para nosotros hoy.
A menudo somos atrapados en el pasado o en el futuro cuando se trata a nuestra vida emocional. Pero ¿qué de nuestra vida de fe? Piensas que Cristianos alguna vez quedan atascados en el pasado o más en el futuro que vivir en el presente momento? ¿Esto ocurra a ti o a otras persona que conoces?
Conozco a Cristianos que a menudo viven en su pasado personal. Miran a atrás sobre sus vidas y sienten que han hecho grandes errores. Todos he-mos hecho errores – a veces aún horrendos errores que nos han lastimado a nosotros y a otros – pero a pesar de nuestros errores, Dios nos perdona y nos ofrece libertad. Pero a veces verdaderamente luchamos para perdo-narnos a nosotros mismos. Llevamos la carga de nuestra vida pasada, y a veces se siente más pesada de lo que podemos aguantar. Vivvmos en el pasado, aunque nuestra fe ofrece gracia en el presente.
También conozco a Cristianos que viven casi totalmente en el futuro. Antes que yo y mi esposo Ian nos mudamos a Pasadena hace un año, estuve sir-viendo como una Ministra Universitaria en Austin en la Universidad de Tejas. Todos los miércoles, miembros de una iglesia en particular venían a la Universidad para predicarles a los estudiantes. Su mensaje a la larga no era tampoco libertador. Parecían preocupados solamente de las cosas finales, preocupados solamente con el último futuro. Y parecían ver el aquel futuro casi totalmente através de juicio.
Puedes ver la escena conmigo: Cada miércoles, un grupo de personas se paraban afuera con grandes letreros. Los letreros eran usualmente ama-rillo vivo para que la gente los captara con sus ojos. Y ellos a menudo tenían mucho rojo en ellos también. Estaban llenos con escenas de ardientes llamas. Y los mensajes sobre los letreros eran más o menos duros y enojados. Estaban llenos con comentos sarcásticos, exilíando los estudiantes a un futuro infierno de tormento. Esto es, a menos que los estudiantes escucharan al hombre gritando através de un megáfono. Esto es, a menos que los estudiantes tomarían los tratados que los miembros de la iglesia estaban en esperanzas de dar. Estoy segura que estos hermanos Cristianos creían que ellos estaban a la larga ayudando, que ellos a la larga estaban haciendo una cosa amorosa. Pero parecían ser afectados por una creencia del futuro – una creencia que la salvación era solamente un asunto de un futuro cielo o un futuro infierno. Y parecía como si todos sus pensamientos y emociones estaban centralizados en algun futuro final, tal vez indiferentes con a quien estaban atacando con sus palabras duras en el momento presente.
¡El futuro es importante, pero la vida de fe es mucho más que un seguro de fuego! A veces es algo más profundo que aquello. En el pasaje que hemos escuchado hoy, parece que el Apóstol Pablo cree lo mismo. Porque nuestro pasado ha sido cambiado por la gracia y el amor de Dios por nosotros, el momento presente es lleno con vida nueva. El momento presente esta lleno con salvación. El momento presente esta lleno con la posibilidad para transformación – ¡vida nueva aquí mismo. Ahora mismo! – para ti, para mi, y para todo el mundo entero lleno con el pueblo que Dios ama.
Pablo nos dice, “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salva-ción que cuando creímos.” La Salvación y la vida nueva son para este momento, este precioso momento del presente.
Ahora. Ahora mismo.
¿Sabías que tu eres un pueblo de salvación? ¿Sabías que tu eres un pueblo de transformación? Eres llamado a una vida transformada. Eres llamado para ayudar la transformación de otros. ¡Tu! Eres un bello pueblo de lo santo ahora. Si, tu como un individuo, y también ustedes como una familia de fe, una familia de fe en esta misma iglesia en Pasadena. Son llamados a este momento. La Salvación esta más cerca de nosotros que cuando creímos. Estan rodeados por el cuidado de Dios de ustedes, y estan equipados para traer aquel cuidado a esta ciudad y el pueblo que te rodea. No nada más en el futuro sino ahora mismo. Hoy.
Como una familia de fe, podemos tener una vision del futuro que abarca la belleza de la gracia de Dios para la humanidad y el mundo. Esta visión del futuro se encuentra en nuestras propias escrituras. Cuando era una seminarista, tuve una profesora de teología llamada Cindy Rigby. Es alguien que admiro mucho. Ella siempre enseña con grande pasión, y a veces se emociona tanto que sus palabras llegan a ser muy poderosas, imaginarias, y libertadoras. Y sus gestos llegan a ser tan grandes y llenos con entusiasmo. Ella quiere decir lo que ella dice.
La he tenido en mi mente mientras preparé este sermón. Esto es porque la recuerdo haber dicho más que una vez, que si dejamos a nuestras mentes ser capturadas por el futuro final de Dios para usted y este mundo, aquel futuro de amor y gracia puede capturar nuestro presente. Puede llegar a ser vivo para nosotros ahora mismo. Es como si aquel futuro se dobla en si mismo y nos mueva a nuestro presente momento.
Me pregunto si Pablo esta diciendo algo similar a nosotros en este pasaje. ¡Ahora es nuestra hora de salvación! La verdad final acerca del amor y la gracia de Dios ha venido para hacer su hogar con nosotros justo aquí – aquí justo en este mundo, aquí mismo en tus vidas, aquí mismo en este santuario. Es realmente santo. Este momento es realmente santo. Ustedes son realmente santos.
Y esto nos capacita para vivir diferentemente. Como dice Pablo, somos libres para vivir como un pueblo que es llamado a ser – ¡ahora mismo! “…somos liberados para “no deberle nada a nadie, sino el amaros, unos a otros.” Y podemos guardar los mandamientos de Dios para nuestras vidas.
Así que ¿Qué nos quiere decir esto? ¿Cómo puedes segir adelante de este lugar para vivir el momento presente con gratitud, sabiendo que el futuro final de gracia y amor de Dios vienen para vivir en ti y através de ti ahora mismo?
Así que termino haciendo nuestras preguntas una vez más:
¿Qué te rodea? ¿Quién esta compartiendo este momento contigo? ¿Qui-én eres y cómo estas ahora mismo en este mismo momento? Vivid como un transformado pueblo que eres. Gracias sean a Dios. Amén.
Romans 13:8-14
Now. Right now.
Do you ever take a moment to simply take it all in? Do you ever take a moment to realize your present surroundings? What's around you? Who is sharing this moment with you? And what's happening inside of you - right now, in this very moment? What are your thoughts? What are your emotions right now? What sensations do you feel in your body? Who are you and how are you right now in this very moment?
Those are good questions.
If you're at all like me, you probably don't ask those questions as often as you'd like to ask them. We're not always aware of the present moment, are we? Sometimes we live everywhere but the present moment.
Sometimes, we like to live in the past: We think about events in the past, and we have thoughts and emotions about what happened then. Sometimes we do this when we hold grudges: "Can you believe what she said to me?" "Can you believe how he acted? " Or other times we feel deep pains of the past, and we remember fears that we've carried around for a long time within us. Sometimes we are living in our fears.
And other times, we like to live in the future: We're constantly thinking about events that are yet to happen, and we have thoughts and feelings about those too. We worry about what's coming next. Sometimes, we're anxious about how we'll get everything finished. Other times, we're thinking about a person who we know we'll see in a few days, a person who makes us feel strong emotions - anxiety, anger, or frustration. We go through so many scenarios trying to imagine what we'll say or how we'll act. In our minds, we often live in the future, thinking about what will come.
We're living and breathing right now in the present moment, but so often, our minds, bodies, and spirits are almost living in the past and the future instead of living in this present moment.
So I'll ask some of our questions again, questions which help us think, feel, and live in this moment we've been given:
What's happening inside of you - right now in this very moment? What are your thoughts? What are your emotions right now? What's around you? Who is sharing this moment with you? Who are you and how are you right now in this very moment?
Good questions for us today.
We often get caught in the past or in the future when it comes to our emotional life. But what about our life of faith? Do you think that Christians ever get stuck in the past or in the future rather than living in the present moment? Does this happen to you or to other people you know?
I know Christians who often live in their personal past. They look back over their lives and feel that they've made big mistakes. We've all made mistakes - sometimes even horrendous mistakes that have hurt ourselves and others - but despite our mistakes, God forgives us and offers us freedom. But we sometimes truly struggle to forgive ourselves. We carry the burden of our past life, and sometimes it feels more heavy than we can bear. We live in the past, even though our faith offers of grace in the present.
I also know Christians who live almost entirely in the future. Before my husband Ian and I moved to Pasadena one year ago, I was serving as a Campus Minister in Austin at the University of Texas. Every Wednesday, members of a particular church would come on campus to preach to the students. Their message wasn't ultimately freeing either. They seemed to be concerned only with final things, concerned only with the ultimate future. And they seemed to view that future almost entirely through judgment.
You can picture the scene with me: Each Wednesday, a group of people stood outside with large signs. The signs were usually bright yellow so people would catch them with their eyes. And they often they had a lot of red on them too. They were filled with scenes of fiery flames. And the messages on the signs were pretty harsh and angry. They were filled with sarcastic comments, banishing the students to a future hell of torment. That is, unless the students would listen to the man screaming at them through a bullhorn. That is, unless the students would take the tracts that the church members were hoping to give. I'm sure that these fellow Christians believed that they were ultimately helping, that they were ultimately doing a loving thing. But they seemed to be caught up in a future belief - a belief that salvation was only a matter of a future heaven or future hell. And it seemed as though all their thoughts and emotions about faith were centered on some ultimate future, perhaps unconcerned with who they were attacking with their harsh words in the present moment.
The future is important, but the life of faith is much more than fire insurance! It's something deeper than that. In the passage that we heard today, it seems that the apostle Paul believes the same. Because our past has been changed by God's grace and love for us, and because our future holds great promise of God's grace and love for us, the present moment is filled with new life. The present moment is filled with salvation. The present moment is filled with the possibility for transformation - new life right here, right now! - for you, for me, and for an entire world filled with the people God loves.
Paul tells us, "Besides this, you know what time it is, how it is now the moment for you to wake from sleep. For salvation is nearer to us now than when we became believers." Salvation and new life are for this moment, this precious moment of the present.
Now. Right now.
Do you know that you are people of salvation? Do you know that you are people of transformation? You are called to a transformed life. You are called to help transform the lives of others. You! You are beautiful people of the holy now. Yes, you as an individual, and also you (plural) as a family of faith, a family of faith in this very church in Pasadena. You are called to this moment. Salvation is nearer to us now than when we became believers. You are surrounded by God's care for you, and you are equipped to bring that care to this city and to the people who surround you. Not just in the future but right now. Today.
As a family of faith, we can have a vision of the future which encompasses the beauty of God's grace for humanity and the world. This vision of the future is found in our very own scriptures. When I was a seminary student, I had a theology professor named Cindy Rigby. She is someone I admire very much. She always teaches with great passion, and sometimes she gets so convicted that her words become very powerful, imaginary, and freeing. And her gestures get so big and filled with excitement. She means what she says.
I have had her on my mind as I've prepared this sermon. This is because I remember her saying more than once, that if we let our minds become captivated by God's ultimate future for us and this world, that future of love and grace can captivate our present. It can become alive for us right now. It's as if that future folds in upon itself and moves into our present moment.
I wonder if Paul is saying something similar to us in this passage. Now is the hour of salvation! The ultimate truth about God's love and grace has come to make its home with us right here - right here in this world, right here your lives, right here in this sanctuary. It is really holy. This moment is really holy. You are really holy.
And this empowers us to live differently. As Paul says, we are freed to live as the people we are called to be - right now! We are freed to "owe no one anything, except to love one another." And we can be freed to keep God's commandments for our lives.
So what does this mean for you? How can you go forth from this place to live the present moment with gratitude, knowing that God's ultimate future of grace and love are coming to live in you and through you right now?
So I'll finish my asking our questions one more time:
What's around you? Who is sharing this moment with you? Who are you and how are you right now in this very moment?
Go live as the transformed people that you are. Thanks be to God. Amen.
-Renee Roederer, Director of Young Adult Ministries, and the community at Pasadena Presbyterian Church
Excellent, Renee!
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